viernes, 24 de agosto de 2012

Todo es posible.



Comentan los sabios que las comparaciones son odiosas, pero en ciertas ocasiones más que odiosas resultan ser absurdas, irrisorias y ridículas. Es el caso de la inútil comparación, por parte de algunos medios de comunicación y forofos, entre el capitán de España y en especial del Real Madrid CF, Iker Casillas, con el guardameta catalán del FCB, Víctor Valdés. En la noche de hoy a quedado claro que nivel tiene uno y que nivel tiene otro. No entramos a discutir que sea mal o buen portero, la calidad del catalán está más que contrastada. Pero Iker claramente juega en una liga superior al meta culé. Un fallo lo puede tener cualquiera, cierto es, pero a estos niveles de exigencia un fallo te pueda dar o quitar un título y el error que ha cometido hoy el catalán le ha dado a nuestro club más alas que una caja entera de Red Bulls.

El Real Madrid, una vez más, ha entregado el balón a su rival y apenas ha olido la pelota en los noventa minutos de partido. Pero en el fútbol no se gana con la posesión, por enésima vez Mourinho ha demostrado que controlar la pelota lejos de la portería resulta inútil para ganar un partido. El luso sabe hasta dónde puede llegar su equipo, y demostrado a quedado que el Real Madrid aún no está al tope necesario para un partido de gran exigencia. Nuestro equipo está para dar el máximo en cuarenta y cinco minutos, y por eso hemos jugado cuando y como hemos querido. Aunque la posesión final refleja un apabullante triunfo azulgrana, el marcador deja bien claro que entre ambos equipos tan solo ha habido un gol de diferencia, para más inri hemos conseguido marcar fuera de casa en dos ocasiones, lo que conlleva un valor doble de los goles. Por tanto podemos decir que la eliminatoria está más abierta a nuestro favor que al de los culés pese a que hayamos perdido el encuentro.

En la disputa por el Balón de Oro ha quedado claro que Ronaldo e Iker han sobresalido entre los nominados azulgranas. Pese al buen partido de Andrés Iniesta y al gol, de penalti, de Leo Messi, las dos estrellas madridistas han resultado ser determinantes para el resultado final de nuestro equipo. Uno por el gol marcado y el otro por las paradas de máxima dificultad realizadas. A la hora de realizar los votos deberían de tener en cuenta todos estos matices, este año el Balón de Oro debería ser para un jugador merengue, pero para gustos los colores.

En conclusión, que ganando el próximo miércoles en casa, ante nuestra afición (entre la cúal nos encontraremos) alzaremos por novena vez en nuestra historia la Supercopa de España. Título de poco valor para los equipos pero que suma a la hora de realizar la valoración del curso al final de temporada y máxime si el equipo vencido es el eterno rival. Si queremos podemos. No debemos dejarnos vencer por el FCB. Demostrado ha quedado que estamos más que capacitados para vencer al que hacen llamar “el mejor equipo del mundo”, este Real Madrid con una semana más de preparación puede arrebatar al enemigo el primer título en juego de la temporada. Por tanto nos aferramos a la cofradía del “clavo ardiendo” y gritamos a los cuatro vientos el típico “si se puede”, no sin antes reconocer el enorme esfuerzo realizado por nuestros jugadores en la noche de hoy, en especial al enorme y electrizante Ángel Di María.

Por cierto puntualizamos que como viene siendo costumbre en este tipo de encuentros el clásico regalito del trió arbitral al club azulgrana se ha concedido en forma de gol en fuera de juego en el empate culé y el perdón de doble amarilla al sudamericano Alexis por tirarse, debido al intenso calor, a la piscina en sedas ocasiones.

PD: Se me pasaba decir lo siguiente, Gracias Valdés. Podemos.

¡Hala Madrid!

No hay comentarios:

Publicar un comentario