Llego la hora.

A penas 48 horas nos separan del primer partido oficial de la temporada, este no es otro que la ida de la Supercopa, que para más INRI nos servirá en bandeja de plata el primer gran clásico de la campaña futbolística. Madrid y Barcelona abrirán la temporada con el primer derby de los que seguro este año disfrutaremos en las distintas competiciones que ambos disputan.

Las pretemporadas de ambos clubes han sido similares pero a la vez muy dispares una de la otra, ya que los azulgranas comenzaron a trabajar dos semanas después que los nuestros y ello le ha conllevado a llegar a este inicio de campaña en un lastimoso estado de forma, echo mas que suficiente que debe de aprovechar el Real Madrid para asestar la primera bofetada de la temporada y poder matar dos pájaros de un tiro, desmoralizar al rival al comienzo de la campaña y añadir a su palmares una nueva Supercopa, con la que sumaria 9, la misma cantidad que poseen los cúles, cuyo trofeo es en el único en el que nos superan en numero. De hecho de las ocho Supercopas que brillan en nuestras vitrinas, cuatro se las hemos ganado a ellos por tanto de conseguir la de este año, sumariamos una manita de Supercopas ganadas a nuestro máximo rival.

El Bernabeu tiene hambre de fútbol ya que por el tapiz verde de Chamartin no rueda la pelota desde la goleada por 8 a 1 que le endoso nuestro equipo a la UD Almería, los videos marcadores están sedientos de volver a cantar un gol merengue, el Madrid se reencuentra con su estadio y su afición apenas dos meses y medio después de la ultima jornada de Liga y lo hará con el mejor partido posible del momento. Por ello esperemos que Mourinho salga en la noche del domingo a matar la eliminatoria y alineé a nuestro once de gala, que sin duda contara con la presencia del francés Karim Benzema, el cuál parece tocado por una varita mágica que le ha hecho despertar y desplegar todo el futbol que hay en sus piernas.

En las gradas del Bernabeu, habrá presencia lucentina ya que nuestra peña ha conseguido completar un autobús para que ponga rumbo a Madrid y se deje la garganta animando a nuestro equipo, esperemos que el viaje de vuelta sea placido saboreando una victoria ante nuestro eterno rival.

Ahora o nunca, demostrémosles que en igualdad de condiciones no hay rival imposible. ¡Hala Madrid!