En la temporada 06/07 nadie daba un duro por el Real Madrid. La crispación en torno al equipo era insoportable tanto para jugadores como para técnicos y no había semana en que no se cuestionara el juego, la aptitud y la actitud de aquel conjunto, considerado por todos muy inferior a un FCB mandado por F.Rijkaard y que ya entonces era el equipo de moda. Todos recordamos como acabó aquéllo. Muchos tuvieron que callarse mientras los madridistas celebrábamos nuestra trigésima Liga.
Hoy día, la situación no es idéntica, pero sí que es similar. Ahora (como entonces) el FCB presumía de una palmaria superioridad que acabó por volverse en su contra, dejándose en el camino puntos importantísimos. Éste año encima tendrá una dura eliminatoria contra el Inter de un Mourinho que les tiene cogida la medida (escándalos arbitrales aparte) y en Liga aún tiene que visitar escenarios como el Madrigal o el Sánchez Pizjuán.
Tras el decepcionante derbi de la pasada semana, el Real parece haberse repuesto moralmente, en parte gracias al pinchazo del líder en Cornellá-el Prat y anoche nos brindó de nuevo un partido de los que hacen vibrar a los madridistas. Lo lamentable es que la imagen de anoche no fuera también ofrecida en citas como las del Lyon o el propio FCB. Sin embargo, las frustraciones sufridas esta temporada (que han sido varias) pueden olvidarse fácilmente si el final de esta Liga es como el de la Trigésima.
Lo que está claro es que el Madrid no se rendirá y que es capaz de disputar (e incluso ganarle) las Ligas al mejor FCB de la historia. ¿Sería igual al revés? Recuerden cuando Joan Gaspart celebraba como un energúmeno la consecución de un triste cuarto puesto después de todo un año haciendo el ridículo. El Real por mal que parezca estar, siempre dará la cara y venderá cara su derrota. Por eso es el Mejor (independientemente de que ahora mismo sea otro quien juegue mejor, aspecto secundario, temporal y meramente circunstancial).
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