lunes, 20 de diciembre de 2010

Ave Di María.


Sevilla y Real Madrid, han demostrado que sin jugadores que manejen al equipo desde el centro del campo, es imposible jugar bien al fútbol. El partido fue aburrido y con lances del juego dignos de una categoría mucho inferior a la Liga de las Estrellas, la ausencia de Xabi Alonso, ha pesado en los esquemas de Mourinho como una losa. Ambos equipos han buscado el pelotazo, privando la brillantez del juego de toque.

Pero sin duda, lo más positivo, es que el equipo ha conseguido una victoria trabada, en la que el colegiado Clos Gómez, ha demostrado los colores que le tiran verdaderamente, quizás el aguinaldo navideño ya lo haya cobrado antes de pitar este partido. Las pocas jugadas elaboradas que ha conseguido enlazar el Real Madrid, se ha encargado el trencilla de fusilarlas con fueras de juego inexistentes y mostrando un recital de tarjetas innecesarias que dejaran al Madrid en cuadro para el próximo partido copero, ya que no podrá contar con la presencia de sus dos centrales titulares: Ricardo Carvalho y Pepe.

Tras la injusta expulsión de Carvalho, el partido se volvió loco, la entrada de Esteban Granero y de Pedro León, le dieron al equipo una vivacidad de la cual había echado en falta durante el transcurso del encuentro y tan solo una frivolidad del genio Ángel Di María, reconvertido por Mou en lateral izquierdo, ha hecho que el Madrid se lleve los tres puntos de un partido caliente en el césped, en la grada y en los banquillos.

Podemos decir, que más que le pese a muchos, el Madrid sigue la estela del FCB a tan solo dos puntos. Ahora solo queda pensar en el Levante, antes de realizar el parón navideño, que esperemos sirva al equipo para recuperar el juego ofrecido antes de la visita al Campo Nuevo.

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