martes, 15 de diciembre de 2009

El Real Madrid se pasea en Mestalla.

Cuando hace algunas fechas el equipo perdió por la mínima en el Sánchez-Pizjuán, muchos lo condenaron a vivir este año una penosa travesía similar a la del año pasado, tachando al equipo de “incapaz” para ganar a rivales de entidad. Han pasado varias jornadas desde entonces, y el Real Madrid está callando con juego, goles y victorias todas aquellas voces. Desde la segunda parte del partido ante el Getafe (partido que la peña presenció en directo) el equipo lleva una línea exponencialmente ascendente. Además no hay que olvidar que en la primera vuelta visitamos a todos nuestros potenciales rivales en la lucha por la liga (Barcelona, Valencia y Sevilla) y a algunos que nos tienen ganas como el Atlético (aunque éste parece que luchará por la permanencia). En la segunda vuelta les esperaremos en el Bernabeu y ahí se decidirá el título si todo sigue como hasta ahora.
El partido de Mestalla fue otra lección magistral de que el fútbol bonito no es aquel que transcurre horizontalmente de banda a banda para luego internarse en el área e intentar engañar al trencillas. El fútbol es mucho más: estrategia, lucha, inteligencia, esfuerzo, paciencia, administrar ventajas, férreas defensas…todo ello lo tuvo el equipo el pasado sábado ante un gran rival. El resultado incluso puede definirse como engañoso, pues si nuestro Iker hubiese estado más atento la puerta hubiese quedado invicta, y todo ello con bajas sensibles como las de nuestros dos buques insignia: Káká y Cristiano Ronaldo. La nota negativa del partido (y seguramente de la temporada) fue la lesión de Pepe, un central que va camino de convertirse en leyenda por su calidad y su entrega, y del que lamentablemente parece no disfrutaremos más este año. No obstante le quedan muchos años de fútbol en nuestro equipo y los 6 meses (aunque sean en una temporada tan importante como ésta) pasarán.


Aunque todos los elogios y todas las tintas se derramen a favor del FCB, lo cierto es que de no ser por personajes como Iturralde González (sospechoso de empatía con el sentir culé, y con una larga trayectoria de escandalosos errores y lamentables actuaciones, tanto a favor del Barça como en contra del Real) ya no serían líderes, pues no es la primera ayudita que reciben este año. Es indignante que este árbitro se autoproclame uno de los mejores cuando debería estar en la nevera unas semanas por decidir con un ¿penalti? de risa un partido tan importante como el del sábado. Es más, Xavi Hernández debió ser amonestado por ese desmayo en el área. Pero a ellos casi siempre les sale bien, les pitan las que son y las que no, por eso se tiran con el beneplácito de los árbitros. Ahora eso sí, ellos reparten y dan como los que más (Keita, Touré, Piqué, Puyol…) pero entonces los jueces “dejan jugar” (ejemplo: Stanfordbridge, semifinal de Champions del año pasado). El Real Madrid ya sabe que ha de luchar contra eso, pues la patraña del “así, así, así gana el Madrid” carece actualmente de todo sentido si es que alguna vez lo tuvo.

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