Viene siendo habitual en las últimas semanas. Este Real dista mucho (al menos en cuanto a juego) del que comenzó la temporada. Las piezas comienzan a encajar y el ingeniero tiene a su disposición una máquina a la que le costó arrancar pero que según Rafa Benítez puede ser un rodillo allá por el mes de marzo. Ello no es casualidad. La decisión de los dirigentes de mantener en su puesto a Manuel Pellegrini pese al linchamiento mediático sufrido en los meses de octubre y noviembre parece que fue un acierto.
Anoche todos pudimos ver como el Madrid goleaba a un Zaragoza inexplicablemente venido a menos en las últimas fechas. Hubo momentos de gran juego. El rival no inquietó la portería, la medular estuvo soberbia con otra demostración del “pequeño” de los Diarra, en esta ocasión genialmente asistido por Mahamadou.
Arriba, Gonzalo Higuaín volvió a meterse al Bernabéu en el bolsillo con dos grandes goles. También fue la noche de Rafael Van der Vaart, que parece dispuesto a encarecer la vuelta de káká al once titular, y que también goleó por partida doble. Cristiano y Benzema completaron la cuenta y el Real se convierte en máximo goleador de la Liga, por encima incluso del “¿Todopoderoso?”, que nos saca únicamente dos puntos pese a la sideral distancia que, a juicio de la farándula mediática existe a día de hoy entre ambos conjuntos, y que sigue sacando provecho (esta semana disputando el mundialito de clubs) del atraco perpetrado en Stanfordbridge junto al árbitro noruego, un golpe que va camino de convertirse en uno de los más rentables de la historia del fútbol, pues semejante aberración les ha permitido disputar 3 de los 6 títulos conseguidos.
vale
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