Había una vez un circo.

Mucho se ha hablado desde la catástrofe europea. La mayoría de las voces eran malintencionadas, y únicamente buscaban rematar a un gigante herido de muerte por una de las mayores decepciones vividas en los últimos tiempos. Calumnias tales como que unos no se hablan con otros, como que el club buscaba salida para su joven promesa argentina, encuestas sobre qué jugador debe o no continuar la próxima temporada... Tiene razón Sir Alex Ferguson cuando dice que alrededor del Madrid hay un auténtico circo. Llevan años poniendo y quitando entrenadores, fichando y dando la baja a jugadores. Lo lamentable es que el circo está tomando unos derroteros cada vez más corrosivos para el buen nombre del club, por lo que éste debería replantearse sus relaciones con determinado sector periodístico. Estos mismos son los que en Mayo harán su "agosto" si finalmente se consigue la trigésimo segunda Liga, con millonarias tiradas de panfletos, pues es en ésto último en lo que ha degenerado lo que un tiempo atrás fue un prestigioso diario deportivo. "Matan al mensajero", dicen para defenderse. Se amparan en la libertad de expresión para destruir, chantajear al madridismo y a sus dirigentes. Los mensajeros se limitan a llevar mensajes de un lugar a otro, no a intentar el levantamiento de toda una afición contra su club, contra su entrenador y sus jugadores. Era previsible su reacción, pues la eliminación europea del Real supone para ellos pérdidas millonarias en cuanto a futuras ventas se refiere. Por eso han instalado en el fuero interno del aficionado la sensación de fracaso, propiciándo las burlas de media España, que obvia el refrán castellano que comienza diciendo "si las barbas de tu vecino ves pelar...". Ojalá el próximo miércoles el Stuttgart haga de barbero y le pegue un buen repaso al prepotente de Pep y a sus teatreros pupilos.

La victoria de ayer no callará las viperinas lenguas, pero es quizás una de las más importantes de la temporada, pues el equipo ha recobrado algo de su maltrecha moral y se aferra al liderato de la única competición que le queda. ¿Ganar "sólo" la Liga sería un fracaso? De ninguna de las maneras. Por cierto: Higuaín no se vende, por más que algunos insistan. Es más, hacerlo sería un error histórico, como lo ha sido (y ésto ya no tiene remedio) dejarse llevar por despreciables líneas editoriales.